Estamos encantadas de celebrar un año desde el lanzamiento oficial de la Alianza para los Movimientos Feministas. Como en todo viaje, nos encontramos reflexionando sobre lo mucho que hemos crecido, lo que hemos aprendido y el potencial que tiene la Alianza para provocar un cambio transformador en la forma en que se dota de recursos y se apoya a los movimientos feministas.
Ha sido un primer año maravilloso de experimentación, creación de equipos y sistemas, de descubrimiento de áreas comunes y establecimiento de bases, todo ello con la intención de generar confianza y comprender cómo podemos cumplir nuestro propósito colectivo. A través de numerosas actividades, como reuniones individuales con la membresía, debates en grupos de discusión, encuestas, horas de oficina, reuniones en persona en el contexto de eventos y nuestros Centros de Aprendizaje y Soluciones, hemos empezado a proyectar algunas de las formas en que vamos a introducir cambios en nuestro ecosistema de recursos para sumar nuestros esfuerzos y fomentar la complementariedad.
Si el primer año consistió en sentar unas bases sólidas y hacer planes, el segundo año consiste en pasar (más) a la acción. Incluso, mientras nuestros países intentan reconstruirse de otra manera tras la pandemia del Covid-19, sigue habiendo inmensas desigualdades, injusticias y crisis resultantes como los desastres climáticos, las crisis de deuda y los movimientos contra el género que siguen ganando poder y recursos. Creemos que la Alianza está bien posicionada para responder colectivamente a momentos como estos y para construir más apoyo político y financiero para los movimientos feministas. En el segundo año, veremos a la Alianza pivotar más hacia la acción, asegurando que no solo estamos construyendo la confianza entre la membresía, sino aprovechando esta confianza para cambiar nuestras prácticas y trabajar juntxs para hacer frente a los crecientes desafíos que enfrentan los movimientos feministas. Somos conscientes de la monumental tarea que tenemos por delante, pero creemos que la Alianza se concibió para responder colectivamente a momentos como este. Trabajando juntxs mediante el intercambio de lecciones y estrategias, y utilizando nuestra voz colectiva a través de la coordinación de nuestros mensajes y la recopilación de nuestras pruebas en la variedad de espacios que habitamos, podemos lograr más en la lucha por una mejor comprensión y compromiso con el papel que desempeñan los movimientos feministas en diferentes contextos.
A medida que nos embarcamos en el próximo año, esperamos que toda la membresía comience a identificar formas en las que puedan participar y utilizar la Alianza como una plataforma para ampliar su alcance, colaborar y construir conexiones significativas. Gracias a todxs lxs que han contribuido a hacer realidad la idea de la Alianza. Tenemos un largo camino por delante, pero esperamos que el viaje nos lleve más lejos porque estamos juntxs.
En solidaridad,
Global Affairs Canada y RESURJ, en nombre del Grupo Directivo de la AFM